2.2.2. Escuelas de Música

2.2.2.1. Prototipos de Escuela de Música

Desde el año 2013, el Ministerio de Cultura ha apoyado la construcción de infraestructuras que permitan el funcionamiento óptimo de procesos de formación, práctica y disfrute de la música en contextos municipales determinados. Estas infraestructuras han sido denominadas como prototipos de escuela de música y están ubicadas en los municipios de El Carmen de Bolívar, Guatavita, Candelaria, Yotoco y Tumaco. Aunque en cada uno de estos prototipos se han desarrollado modelos de gestión orientados a consolidar procesos de agregación de valor que los hagan sostenibles, el caso de la Escuela de Música Lucho Bermúdez, ubicada en el municipio de El Carmen de Bolívar, resulta muy útil para determinar estrategias para la consolidación y proyección de dichos procesos.

En esta escuela de música, desde el acompañamiento del PNMC y la comunicación permanente con los actores involucrados, de manera paulatina se consolidan ejes desde los cuales se pueden identificar diversas dinámicas de agregación de valor, así:

Desde una lectura permanente de contexto y con fundamento en los principios políticos, conceptuales y metodológicos del componente de formación del PNMC, esboza de manera concreta productos como planes de estudio, atención a población de instituciones educativas y corregimientos (zonas rurales), cualificación de docentes y una oferta abierta y especializada. Cada uno de estos productos tiene el potencial de agregar valor al prototipo de escuela de música. Por ejemplo, la oferta de formación abierta y especializada surge, en principio, como respuesta a la necesidad de promover la apropiación musical en el conjunto de la ciudadanía y de fortalecer los espacios de programación artística de la escuela. De esta manera, se desarrollan talleres especializados en temas como logística, producción musical, composición de música urbana, entre otros. Esta dinámica, permite que la escuela tenga apertura hacia una comunidad más amplia de agentes del campo musical y de actores interesados, hecho que se traduce en impactos directos como una oferta de cualificación permanente y continua o la consolidación de espacios de servicio; y en externalidades como el sentido de pertenencia de la comunidad hacia la escuela, la pertinencia social del prototipo, el posicionamiento del municipio de El Carmen de Bolívar como eje cultural de la Región de Montes de María, entre otras.

Desde el proceso de gestión del prototipo se estructura una agenda de programación artística que incluye muestras artísticas de los procesos de formación musical desarrollados en la escuela, encuentros de prácticas musicales de la Región de Montes de María, conciertos de gala, Cine Foros, homenajes a músicos de la región, programación de otras áreas artísticas, etc. El desarrollo de esta agenda de programación artística genera procesos de agregación de valor, identificables en impactos directos como el mejoramiento de la calidad artística de las propuestas musicales, la pertinencia de los repertorios, vínculos institucionales y comunitarios, y en externalidades como la apropiación del proyecto escuela de música, el fortalecimiento de la relación entre propuestas artísticas y audiencias; la contrastación, reconocimiento y valoración de propuestas musicales diversas; el vínculo de la comunidad con la expresión artística, la circulación de contenidos culturales y la dinamización de flujos de información.

La presencia constante y metódica de las actividades desarrolladas en la escuela, en las redes sociales y medios de comunicación, así como la itinerancia de las muestras artísticas en corregimientos de la región, dinamiza funciones de transmisión de información, de producción de contenidos y material audiovisual, etc., que se consolidan como herramientas de gestión y como estrategias de apropiación.

Desde la gestión del prototipo escuela de música se dinamizan otros ejes como el de investigación, información y atención psicosocial, cada uno de los cuales genera impactos directos y externalidades que contribuyen a la agregación de valor de la escuela de música.

2.2.2.2. Estudios de caso en escuelas de música de tres municipios

En el año 2015 se logró documentar la experiencia de las escuelas de música de los municipios de Apía (Risaralda), Ginebra (Valle del Cauca) y de la vereda Chicoral (municipio de La Cumbre, Valle del Cauca), buscando la comprensión de cómo sus procesos organizativos, administrativos y productivos se han constituido en factores clave para su sustentabilidad y proyección. También, de cómo la escuela de música genera diversos procesos de agregación de valor, los cuales impactan tanto al contexto territorial y comunitario, como a los estudiantes.

El acercamiento a estas experiencias permite evidenciar que la escuela de música está inserta en un contexto territorial, económico, político, social y cultural; que desarrolla interacciones con ese contexto y que se comporta como un ecosistema. Cuenta con una estructura interna, que es propia de su naturaleza, de su lógica, que es como su núcleo de acción. Dicha estructura consiste en la organización de insumos, procesos y finalidades o propósitos que permiten, bajo ciertas condiciones, la formación, práctica y disfrute de la música, así como la construcción de proyectos de vida. Como insumos se pueden identificar: instrumentos musicales, partituras, currículos, materiales didácticos, métodos, entre otros. Como procesos: la organización de los insumos, la planeación y desarrollo de clases o talleres de formación musical; la gestión, tanto del talento humano como de diversos recursos que permitan el funcionamiento de la escuela; los procesos administrativos, que pueden enfocarse en la contabilidad, elaboración de informes, inventarios, etc. y también los procesos productivos que hacen posible la circulación, la visibilización, el posicionamiento y la proyección de la escuela.

La estructura y dinámica de la escuela se puede transformar dependiendo de las relaciones que establezca o explore. Cuanto más interactúe con otros agentes, cuanto más diversifique sus relaciones, más transformaciones experimentará. Y, a la inversa, cuanto más se limite en sus interacciones, menos transformaciones experimentará. Esto nos da la idea de flexibilidad y adaptabilidad a las condiciones, pero también de respuesta ante expectativas de diversos agentes que interactúen con ella.

Ahora bien, no se puede asegurar que estos cambios y transformaciones se den como resultado de exigencias, imposiciones o acciones de constreñimiento de agentes e instituciones externas. Aquí existe un alto grado de autonomía de la escuela, que más bien se adapta y desarrolla la capacidad de aprovechar e incluso endogenizar elementos y recursos resultantes de la interacción, pero desde unos fundamentos o posicionamientos construidos en su trayectoria.

Veamos a continuación cuáles son los procesos de agregación de valor encontrados en estas tres escuelas de música.

Del análisis e interpretación de los tres casos, se identifica que los procesos organizativos de las escuelas de música agregan valor al menos desde dos perspectivas: a) de capital social (apropiación, trabajo conjunto y solidario, acuerdos y consensos sobre temas específicos, formas de participación y construcción colectiva) y b) como base de la sustentabilidad de procesos de formación musical. La organización permite ahorro de energía, maximización de recursos, diferenciación de roles, organización y especialización en los procesos de gestión.

Los procesos o prácticas administrativas desarrolladas por las tres escuelas de referencia agregan valor a estas instituciones de formación, práctica y disfrute de la música, al facilitar y orientar la planificación, identificación de fuentes y racionalización de recursos, al mejorar funciones, procedimientos y relaciones de la ejecución administrativa habitual y al relacionar la escuela con estrategias financieras que agregan valor a la escuela misma. Esto da carácter de empresa de tipo cultural a la escuela de música, situación que la ubica en un plano distinto y la obliga a enfocarse en la consecución de objetivos estratégicos y no coyunturales.

En los tres casos de referencia, las escuelas desarrollan diversos procesos productivos que van desde creaciones artísticas para la puesta en escena hasta construcción y reparación de instrumentos musicales, pasando por la prestación de servicios a instituciones públicas como alcaldías, gobernaciones o el Ministerio de Cultura. Estos procesos agregan valor económico a las escuelas y se convierten en factores de sostenibilidad y proyección. También sirven como oportunidades y referentes para que los estudiantes estructuren proyectos de vida.